Araña.

Posted by Eduardo Flores | Posted in | Posted on 12:39

Inocente, la araña, abandonaba todo miedo para arrojarse sin certezas sobre la vida, otra vida. Vida en la que quizás la muerte la acogiera, araña despistada, en su regazo de frutos crepusculares. Las arañas no saben temblar de miedo, por tanto no lo hace. La araña ¿no sabe pensar? Es un mundo frío, solitario, en el que corre el riesgo de perder la identidad para identificarse en otras voces que no son la propia. Otras muy distintas e iguales, capaces de asesinar sin contemplaciones o de amar, como sólo pueden amar las voces que sólo son eso: ondas chocando entre sí, o contra el mobiliario inexistente que las rodea, el decorado majestuoso o simple. ¡Oh araña! No acudas a mi reclamo de mentiras completas, sigue independiente en tu techo de maravillas, de libertad sin hipotecas. Haz del movimiento de cada una de tus patas un nuevo truco final para seguir sin rumbos desatentos…

Comments Posted (0)