DEL INEDITO POEMARIO "SONETARIO"

Posted by Eduardo Flores | Posted in , , , | Posted on 23:04

COMO DOS ANIMALES
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Niegan la terca brisa del temor
tenue, de haberse dado en el lugar
precoz y tempranero para sendas
imbéciles criaturas del camino.
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Sólo existe el espacio si se cede
para ser invadido por la ofensa
tenaz, de un presuroso colindante.
Es lo justo batirse, desenfundan:
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ya los ojos recorren lo capaz,
ya las manos se sueltan libertinas,
ya la boca deslengua el aire preso:
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“con Dios”; “muy buenas tardes”; “hasta pronto”.
Caducó la estrechez de lo cercano,
Se quebró lo creado y, luce el sol.
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LETRAS DEL SIGLO XXI
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No pretendo morir en tierra seca
sino en esta miseria tan amable:
esta alegre ribera inalcanzable.
Me torturé los pies con la hipoteca
que nos concede el mar como otra beca
para poder seguir el inestable
rumbo y ritmo, el camino deplorable
del ser que de continuo vive y peca.
El firme serpenteo driblo puestos;
estratégicas casas de mentira.
Y vomito unas bilis cuando paso:
¡Pero en qué coño piensan todos estos,
quemándose sus vidas mientras gira
la suerte de las letras, sin ocaso!
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CON ESTA BRUMA
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De nuevo sumo y sigo pero en sombra
delicada, y no niego que tranquilo
ando buscando tablas del sigilo
en títulos; relato que renombra
mi piel y mi cariz. Claro, me asombra
el crecimiento y cambio del estilo
que al contar cuentos “cuenta de la alfombra
que es inerte en su estar…”, se pone en vilo
el hombre frente a mí; puede escuchar
la historia que crepita con la pluma
y los labios sencillos de mi hogar.
Entonces puedo ver la cierta suma
de una letra más otra. Acompasar
los hilos y crecer, con ésta bruma.

Hoy estreno

Posted by Eduardo Flores | Posted in , | Posted on 0:26

Un pelín bloqueado. Entre "La canción del pirata", "Luces de bohemia", y el jodío Miguel Hernández -del que ya me aprendí hasta la talla de sus calzones- me digo "por qué no", y sí, me he convencido: hoy voy a hablar de cine y ahí es nada. El tema funciona en otros blogs y, aunque no sea por ello por lo que dirijo verbos hacia el mismo, he de reconocer que la forma en que me han predispuesto a degustar buen cine, ha provocado que, primero me dispusiera a conseguir películas (descargas de internet: echemos la culpa a la crisis, vale), visionarlas (aún no todas), y en estos precisos momentos a vomitar del monitor al minúsculo mundo lector de mi blog en el gran telar.
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Celebremos pues el estreno con un clásico. Además español, un tal Buñuel. Supongo que un mucho importante de culpa sobre la elección del cineasta elegido recae sobre la relación de este señor con cierta generación de literatos, pesos pesados, pilares de cada letra que se coloca tras de otra en la literatura actual. Desde ya me declaro neófito total, ignorante confeso y por lo mismo, espero disculpen los puristas blasfemias y demás derrapes de teclado. Ni idea de fotografía. Sé cuando una imágen se me presenta como una revelación más o menos trascendente. De interpretación, la cosa está aún más jodida. Hasta ahora sólo medía si la cara o los gestos del autor me hacían creer de verdad sus palabras y acciones. Sobretodo me impactan las mujeres que consiguen llorar hasta erizarme la nuca. El ejemplo más significativo, la actriz de aquella película de Jack Nicholson "Mejor imposible", nunca la olvidaré. La película tampoco, pero a ella ya le daba yo un sueldo para que me llorase cada día un ratillo.
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"El ángel exterminador". A cambio de no revelar absolutamente nada de su contenido a todo aquél que no la haya visto, les dejaré algunas palabrejas de su director, el señor Buñuel, que muy brevemente, da las claves que el predispuesto necesita:



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"Si el filme que van a ver les parece enigmático e incoherente, también la vida lo es. Es repetitivo como la vida y, como la vida, sujeto a múltiples interpretaciones. El autor declara no haber querido jugar con los símbolos, al menos conscientemente. Quizá la explicación de El ángel exterminador sea que, racionalmente, no hay ninguna." (Luis Buñuel)
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Daré también, por qué no, su ficha técnica por si de algún modo desconocido para mí, se les abre el apetito:
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Ficha técnica de El ángel exterminador (1962)
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Dirección: Luis Buñuel
Producción: Gustavo Alatriste
Guión: Luis Buñuel
Fotografía: Gabriel Figueroa
Música: Raúl Lavista; extractos de Scarlatti, Beethoven, Chopin y Paradisi; cantos gregorianos
Reparto: Silvia Pinal (Leticia "La Walkiria"), Enrique Rambal (Edmundo Nóbile), Claudio Brook (Julio, mayordomo), Patricia Morán (Rita Ugalde)
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En un principio la película muestra una normalidad dentro del contexto en el que se desarrolla. Los cambios de esa relativa normalidad se suceden de forma gradual, se asumen tal vez, pero sin que cada uno de ellos revele la situación en la que todo se torna poco antes del meridiano que divide el propio argumento. Todo sugiere de algún modo tales cambios pero nada, uno no se entera. La trágicómica situación nudo del argumento se plantea, supongo, en momentos muy variables para cada persona que la pueda estar viendo. Yo, la vi solo pero no dudo, de que haré el experimento de verla con otras personas para observar sus posibles reacciones. El desenlace, en el hilo de lo que se está viendo, deshace repentina y de forma inexplicable la situación, cosa que golpea y que no pude aclarar hasta empaparme varias decenas de críticas y estudios sobre el film. Sin embargo la clave, anda por ahí arriba, en palabras del propio Buñuel.
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Sean benévolos con el neófito pero sobretodo, si aún no han tenido la oportunidad de ver "El ángel exterminador", no pierdan el tiempo, porque si alguna vez pensé que en literatura, todos los géneros son poesía, hoy puedo decir que una parte del cine, también.






Exiliados de Macondo.

Posted by Eduardo Flores | Posted in | Posted on 0:10

En este mundo en el que vivimos aun existen locos idealistas que creen en la Cultura. Individuos que desean plasmar sus sentimientos, sus experiencias vitales, sus sueños o sus locuras en un papel. Que desean llegar a los demás a través de la letra escrita. Pero, desgraciadamente, no todos tienen la posibilidad de ver sus escritos publicados. Algunos, los más, nos conformamos con que nuestros relatos –mejores o peores- vuelen por el mundo de lo virtual. Pero, de vez en cuando, aparece un soñador que te embarca en su locura.
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Eso me ha pasado a mí, y ahora soy yo el que deseo embarcar a otros. En un camino a la Literatura desde una revista, nacida en Cádiz. A punto de nacer. La revista EXILIADOS DE MACONDO parte de una premisa: ser un punto de reunión, un lugar de encuentro para aquellos que aún desean seguir soñando con letras escritas en viejos y ajados papeles. De aquellos que aún se sientan frente a un libro sabiendo que lo que sus páginas esconde será su camino durante unos días.
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Pero todo lugar de encuentro necesita personas dispuestas a encontrarse. Hoy abrimos un sueño a todos los que nos leen. Una revista. Un ambicioso proyecto nacido de la humildad. EXILIADOS DE MACONDO deja sus páginas en blanco para que sean llenadas por aquellos que, como tú que has seguido leyendo hasta aquí, también sueñan con ver sus letras, dentro de muchos años, entre viejos y ajados papeles.
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Si escribes y te interesa participar de esta locura tan cuerda, no lo dudes: exiliadosdemacondo@gmail.com

Cínico Beso.

Posted by Eduardo Flores | Posted in , , | Posted on 20:04

La húmeda estrategia para el deshielo
es el lugar
anímico del tiempo
donde se confunden
tu verdad y mi mentira.
O viceversa.
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Porque un golpe de tal calaña;
ese poema matizado con saliva,
no es criatura resultada
del amor o del odio
o de ambos a la vez.
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Y puede manifestarse
como terrible torbellino de tempestades
o una simple ola de mar
acariciando a su playa.
Un quejido.
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Un quejido y mueca
sin pronunciar una sola palabra;
la loca verborrea de las lenguas,
un dibujo de labios
distorsionado por el ruido
de otros labios.
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Por lo general,
todo un desagravio
para la respiración.

Canaán, Palestina, Israel.

Posted by Eduardo Flores | Posted in , , , , | Posted on 0:38

Hacía días que el calor ya nos había abandonado del todo dando paso a una suerte de lluvias intensas. Azotes como reprimendas a una tierra ya castigada de dolores, uranios y llantos, por la siempre estúpida condición humana. Esa mañana, seguramente algún compañero, debió de dibujar en ese mismo cielo, un sol pleno pero carente de sus propiedades más necesarias.
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No había dormido en toda la noche y la claridad de la incipiente mañana invitaba al paseo. Aproveché para acompañar a Ricardo en la revisión temprana de la valla y los muros que limitaban el observatorio. En cierto momento quedé rezagado contemplando el lado israelí. No era la primera vez que digería las dos caras de la moneda divididas por un horrible alambre de espino. No me sorprendía. Confirmaba la idea de una realidad que no es real para aquellos que creen vivirla a diario en sus preciados primeros mundos.
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Tímido, una sonrisa que saludaba o tal vez se disculpaba, se acercó desde el extremo de los vencedores, uno de los soldados que custodiaban lo que nosotros bautizamos como “la estrella de la muerte”. Un inmenso bunker que recodaba a los viejos y abandonados casamatas de la tan lejana por aquel entonces costa atlántica gaditana. En éste caso, la parte que se erigía fuera de la tierra gozaba del tamaño de un edificio de tres o cuatro pisos. Resumiendo: una monstruosidad de hormigones y aceros provista de todo tipo de tecnologías defensivas y de observación. Después de todo, tan sólo era una de las muchas réplicas que brotaban cada tantos kilómetros a lo largo de la ilegal Blue-Line.
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No quisimos hablar de la guerra. Supongo que a ambos ya nos parecía bastante surrealista estar hablando desde sendos extremos del mundo. Intercambiamos opiniones sobre la climatología del lugar y de lo apetecible que se presentaba la mañana.Le ofrecí un cigarrillo. Un Marlboro y, mientras yo encendía el mío, y él aceptaba el que yo le ofrecía, caí en la cuenta de lo curioso de la situación. Por lo que pude saber, el Marlboro que comprábamos en suelo libanés subvencionaba directamente a la complejísima organización de Hizbullah, inmediato enemigo del Estado de Israel en las tierras libanesas. Gastamos la mayor parte del tiempo de nuestro breve encuentro en otearnos discretamente, y en pasear la mirada a nuestro alrededor: yo, subía la vista desde un campo de cultivos por una ladera, hasta detenerme pausadamente en unas ordenadas columnas de carros de combate que roncaban en lo que en el argot militar se denomina como cresta militar, sin llegar a la parte alta de la elevación. Él, escudriñaba lo que la vista le permitía nuestro miserable puesto de trabajo y cama.
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Antes de despedirnos para toda la vida se interesó por nuestro bienestar en la zona. Apuntó que desde “la estrella de la muerte” habían observado movimiento de presuntos militantes de Hizbullah por las cercanías de nuestro observatorio durante las noches, cosa que ya sabíamos y que contribuía a nuestro noctambulismo voluntario, a pesar del cansancio. No dije nada al respecto. Le di las gracias y nos dimos la mano con un guiñar de ojos.
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En estos días, en los que la sangre mana del piso y el armagedón se sucede a diario en los lugares donde más cerca se está del cielo y del infierno, escucho con asombro las distintas opiniones de los diversos analistas de los medios de comunicación. Tratan de explicar al mundo lo que ellos mismos no consiguen entender del todo. Presentan a Hamas como un simple y desorganizado grupo terrorista, y al ejército israelí, que es toda la población, como meros genocidas. Quizá, si estos lamepapeles morbosos terroristas de la opinión pública, deslenguados ineptos, todos académicos doctores honoris causa, pasaran una temporadita buceando con la complejísima pesacadilla que muerde su cola de forma desesperada, entenderían, que para ciertos pueblos la supervivencia, salvando las capacidades económicas, depende de morir o matarse con su inmediato pueblo vecino.